

Si bloquea las venas y el corazón…
¡HAY TABLA!
Porque está claro que si no circula, no tiene movimiento, produce un mal efecto, el cuerpo humano ha sido creado para que circule. Y realmente, el corazón es un músculo. Esta situado un poco a la izquierda del centro del pecho, y es del tamaño aproximado de tu puño. Tenemos montones de músculos por todo el cuerpo: en los brazos, las piernas, la espalda y hasta en el trasero. Pero el músculo del corazón es especial por lo que hace. El corazón envía sangre a todo tu cuerpo. La sangre proporciona al cuerpo el oxígeno y los nutrientes que necesita. También se lleva los productos de desecho.
Nuestro corazón es una especie de bomba, o dos bombas en una. El lado derecho recibe sangre del resto del cuerpo y la bombea hacia los pulmones. El lado izquierdo hace justo lo contrario: recibe sangre procedente de los pulmones y la bombea al resto del cuerpo. Cuando tenemos el colesterol malo alto es como si esa bomba no pudiera funcionar bien, bloquea nuestras venas y la acumula de grasa.
Controlar los niveles de colesterol parece un mantra universal. Entender el rol esencial que juega en determinadas funciones de nuestro organismo nos ayudará a comprender su importancia y a aprender a regularlo. Sin embargo, no hay que perder de vista que si supera ciertos niveles en sangre se convierte en uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El colesterol es una sustancia grasa natural que está presente en el organismo y que es necesaria para el buen funcionamiento de las células del cuerpo humano. Entre otras tareas, el colesterol interviene en la formación de los ácidos biliares, vitales para hacer la digestión y en la de ciertas hormonas como las sexuales y las tiroideas. También participa en la mielinización de las neuronas y protege al organismo de la deshidratación y a la piel de agentes químicos al ser transformado parcialmente por los rayos del sol en vitamina D.


1. Dos tipos de colesterol


La mayor parte del colesterol se produce en el hígado, aunque también lo obtenemos a través de la ingesta de algunos alimentos. Y es transportado por la sangre a los órganos que lo necesitan por medio de unas partículas denominadas lipoproteínas: unas de baja densidad denominadas LDL (Low Density Lipoprotein, por sus siglas en inglés) y otras de alta densidad o conocidas como HDL (High Density Lipoprotein).

Las primeras, las lipoproteínas LDL son las encargadas de transportar el colesterol nuevo desde el hígado a todas las células del organismo. Mientras que las HDL recogen el colesterol que no se ha utilizado y lo devuelven al hígado, bien para almacenarlo bien para expulsarlo fuera del cuerpo mediante la bilis.
Dependiendo de la densidad de las proteínas a las que se adhiere hablamos de dos tipos de colesterol:
- Colesterol LDL o malo: que al unirse a las lipoproteínas de baja densidad se depositan en las paredes de las arterias y forman las placas de ateroma.
- Y el colesterol bueno o HDL: que al unirse a las otras partículas viajan al hígado.
- Cuando se habla de colesterol total, se refiere a la suma del colesterol ‘bueno’, el colesterol ‘malo’ y los triglicéridos. Estos últimos son un subgrupo de lípidos que se encuentran en la sangre y que almacenan calorías que no se han utilizado y que pueden servir después como energía.
2. Niveles altos de colesterol
Controlar los niveles de colesterol en sangre es importante para llevar una vida saludable. Sin embargo, los expertos señalan que no hay una cifra concreta de nivel de colesterol óptimo para todo el mundo, sino que depende de cada organismo y del perfil de riesgo de cada persona. No obstante, existen unos valores de referencia:
- ‘Colesterol malo’ por debajo de los 100 milígramos por decilitro (mg/dl)
- ‘Colesterol bueno’ por encima de 35 mg/dl
- Y un colesterol total por debajo de los 200 mg/dl.
En este escenario, un estudio (recogido en la Revista Española de Cardiología) apunta que los niveles de colesterol buenos podrían ser claves para atenuar el riesgo cardiovascular. Por su parte, elevados niveles del colesterol LDL se asocian a una mayor mortalidad y pueden provocan una dislipidemia o dislipemia, una patología que pueden complicarse y derivar en problemas coronarios como infartos de miocardio, ateroesclerosis (acumulación de grasas en las paredes de las arterias que pueden originar trombos) o hemorragias cerebrales.
3. Control natural del colesterol
Teniendo en cuenta que las principales complicaciones que puede acarrear unos niveles descompensados de colesterol están relacionadas con problemas coronarios, la solución viene de la mano de mantener una buena salud cardiovascular. Para ello es importante mantener unos hábitos de vida saludables. Dos aspectos fundamentales son la dieta mediterránea y el ejercicio. Mantener un dieta saludable es esencial para tener una buena salud. Si nos centramos en mantener los niveles lipídicos adecuados, los expertos recomiendan un menú sano rico en antioxidantes y bajo en grasas saturadas.
Por otro lado, el sedentarismo es considerado como el cuarto factor de riesgo cardiovascular. En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo 150 minutos semanales de actividad física aeróbica, de intensidad moderada; o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana para mantener un buen estado de salud. Unas recomendaciones que se deben mantener a medio y largo plazo no únicamente hasta que se regulen nuestros niveles de colesterol. El Soyasan ha sido creado como una opción de batido, para ayudarnos a equilibrar los niveles de colesterol.
Desde el punto de vista fitoterapéutico, este problema se puede tratar desde dos frentes: por un lado, con plantas cuyo aporte de fibras limite la absorción de lípidos e incremente la producción de ácidos biliares; por otro, con plantas hipolipemiantes que actúan sobre el metabolismo del colesterol.




INGREDIENTES
1. La Proteína de Soya
Ha demostrado ser un recurso nutricional excepcional respaldado por investigaciones científicas. Sus beneficios son variados y respaldados por evidencia sólida:
Perfil Aminoacídico Completo:
La Proteína de Soya proporciona todos los aminoácidos esenciales necesarios para el organismo, convirtiéndola en una fuente completa de proteínas.
Salud Cardiovascular:
Estudios indican que la inclusión de Proteína de Soya en la dieta puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”), contribuyendo así a la salud cardiovascular.
Control de Peso:
La Proteína de Soya puede ser beneficiosa para el control de peso al promover la saciedad y reducir la ingesta calórica total, siendo una opción valiosa en dietas para la pérdida de peso.
Salud Ósea:
La soya contiene isoflavonas, que han demostrado tener efectos positivos en la densidad ósea, lo que puede contribuir a la prevención de la osteoporosis.
Sustituto de Proteína Animal:
Para aquellos que siguen dietas vegetarianas o veganas, la Proteína de Soya es una alternativa eficaz a las fuentes de proteínas animales, ofreciendo una opción rica en nutrientes.
Regulación Hormonal:
Los fitoestrógenos presentes en la soya han mostrado tener efectos beneficiosos en la regulación hormonal, lo que puede ser especialmente relevante para la salud de las mujeres durante la menopausia.
Integrar la Proteína de Soya en la dieta diaria puede ser una estrategia valiosa para mejorar la salud general, respaldada por la investigación científica en diversos campos de la nutrición y la medicina.

2. La harina de arroz
Respaldada por evidencia científica, ofrece una serie de beneficios para la salud que la convierten en una opción nutritiva y versátil. Entre sus propiedades destacadas se encuentran:
Libre de gluten:
La harina de arroz es naturalmente libre de gluten, lo que la hace apta para personas con sensibilidad o intolerancia al gluten, como aquellos con enfermedad celíaca.
Índice glucémico bajo:
Contribuye a mantener niveles estables de azúcar en la sangre, siendo una opción favorable para personas con diabetes o aquellos que buscan controlar su peso.
Rica en nutrientes:
Contiene vitaminas del grupo B, minerales como manganeso y fósforo, y antioxidantes, ofreciendo beneficios para la salud ósea, nerviosa y metabólica.
Fácil digestión:
La harina de arroz es suave para el sistema digestivo, siendo una alternativa adecuada para personas con sensibilidad gástrica o problemas digestivos.
Versatilidad culinaria:
Se adapta fácilmente a diversas preparaciones, desde panes y repostería hasta salsas y rebozados, brindando opciones deliciosas y saludables en la cocina diaria.
Al integrar la harina de arroz en la dieta, se pueden aprovechar estos beneficios respaldados por la investigación científica para mejorar la salud y el bienestar general.

3. La harina de soya
Obtenida a partir de la molienda de granos de soja, ha demostrado ser una fuente nutricionalmente rica con numerosos beneficios respaldados científicamente. Entre sus ventajas destacadas se encuentran:
Alto contenido proteico: La harina de soja es una excelente fuente de proteínas, esencial para el crecimiento y reparación de tejidos, así como para mantener la salud muscular.
Perfil lipídico saludable:
Contiene ácidos grasos esenciales, incluyendo ácido linoleico, que puede contribuir a la salud cardiovascular al mantener niveles adecuados de colesterol.
Rica en fibra:
La presencia de fibra dietética en la harina de soja favorece la salud digestiva y puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, beneficiando a personas con diabetes.
Fuente de isoflavonas:
Estos compuestos fitoquímicos tienen propiedades antioxidantes y se ha demostrado que pueden tener efectos positivos en la salud ósea y cardiovascular, así como en la mitigación de síntomas asociados a la menopausia.
Apto para dietas vegetarianas y veganas:
Dada su riqueza proteica, la harina de soja es una alternativa valiosa para aquellos que siguen dietas libres de productos de origen animal.
Versatilidad culinaria:
Su textura y sabor neutro hacen que la harina de soja sea fácilmente incorporable en una variedad de recetas, desde panes y pasteles hasta platos salados, proporcionando un impulso nutricional sin comprometer el sabor.
La inclusión regular de harina de soja en la dieta puede contribuir significativamente a la obtención de nutrientes esenciales, respaldando así la salud general y el bienestar.
4. El carbonato de calcio
Un compuesto mineral ampliamente estudiado, ha demostrado ofrecer una serie de beneficios respaldados científicamente para la salud. Entre sus propiedades destacadas se encuentran:
Fortalecimiento Óseo:
Numerosos estudios han confirmado que el carbonato de calcio es esencial para mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis, siendo fundamental en la formación y mantenimiento de huesos fuertes.
Salud Dental:
Contribuye a la salud bucal al fortalecer los dientes, ayudando a prevenir la caries y manteniendo la integridad de esmalte dental.
Regulación del pH:
Actúa como regulador natural del pH en el cuerpo, contribuyendo al equilibrio ácido-base y promoviendo un ambiente fisiológico adecuado.
Función Muscular y Nerviosa:
El calcio es esencial para la contracción muscular y la transmisión de señales nerviosas, desempeñando un papel crucial en el funcionamiento adecuado del sistema neuromuscular.
Coagulación Sanguínea:
Participa en la coagulación sanguínea, contribuyendo a la formación de trombos y al mantenimiento de la integridad vascular.
Estos beneficios respaldados por la investigación científica hacen del carbonato de calcio un componente esencial en la promoción de la salud ósea, dental y general en el cuerpo humano.
5. El clavo de olor
Es conocido científicamente como Syzygium aromaticum, ha sido objeto de numerosas investigaciones que respaldan sus beneficios para la salud. Estudios científicos han demostrado que el clavo de olor posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
Uno de los beneficios más destacados es su capacidad para aliviar el dolor dental. El aceite de clavo de olor se ha utilizado tradicionalmente para reducir el dolor de muelas y las infecciones bucales debido a sus propiedades analgésicas y antisépticas.
Además, el clavo de olor puede ayudar a mejorar la salud digestiva. Se ha demostrado que favorece la producción de enzimas digestivas, aliviando así problemas gastrointestinales como la indigestión y la hinchazón. Asimismo, estudios han revelado que el clavo de olor puede tener efectos beneficiosos en la salud ósea, gracias a su contenido de compuestos que estimulan la formación de hueso y previenen la pérdida ósea asociada con la osteoporosis.
En resumen, el clavo de olor no solo aporta sabor a las comidas, sino que también ofrece beneficios comprobados científicamente para la salud, destacándose por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas y su capacidad para aliviar el dolor dental, mejorar la salud digestiva y favorecer la salud ósea.

6. La canela
Más allá de ser una especia popular en la cocina, ha demostrado una serie de beneficios respaldados científicamente para la salud. Estudios han revelado que la canela posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que contribuye a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Además, se ha observado que puede mejorar la sensibilidad a la insulina, ayudando así en la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
La canela también ha mostrado tener efectos positivos en la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol total y triglicéridos. Sus compuestos bioactivos pueden tener propiedades antimicrobianas, fortaleciendo el sistema inmunológico. Además, se ha asociado con mejoras en la función cognitiva y la protección contra enfermedades neurodegenerativas.
Aunque estos beneficios son prometedores, es importante consumir la canela de manera moderada y como parte de una dieta equilibrada para aprovechar sus propiedades positivas. Como siempre, se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta.

7. El romero
Es una hierba aromática apreciada tanto en la cocina como en la medicina tradicional, ha demostrado contar con beneficios respaldados científicamente. Numerosos estudios han destacado sus propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Además, el romero se ha asociado con la mejora de la función cerebral y la memoria, gracias a sus compuestos bioactivos.
Este versátil herbáceo también ha mostrado propiedades antiinflamatorias, lo que lo convierte en un candidato prometedor para abordar diversas afecciones relacionadas con la inflamación. Asimismo, se ha observado que el romero posee propiedades antimicrobianas, lo que podría contribuir a la salud bucal y a la prevención de infecciones.
Ya sea en forma de aceite esencial, infusión o como condimento en la cocina, integrar el romero en la rutina diaria puede aportar no solo un toque delicioso a las comidas, sino también beneficios respaldados por la investigación científica para la salud general.

8. El comino
Reconocido por sus beneficios respaldados científicamente, ofrece una serie de ventajas para la salud que lo convierten en un ingrediente valioso en la cocina y la medicina tradicional. Numerosos estudios han demostrado que el comino posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas, lo que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra diversas enfermedades.
Además, el consumo regular de comino se ha asociado con mejoras en la digestión, gracias a su capacidad para estimular la producción de enzimas digestivas y reducir la inflamación gastrointestinal. Este condimento también ha mostrado efectos positivos en la regulación del azúcar en la sangre, lo que puede ser beneficioso para personas con diabetes o en riesgo de desarrollar la enfermedad.
Otro aspecto destacado del comino es su potencial para promover la pérdida de peso, ya que algunos estudios sugieren que puede aumentar la quema de grasas y reducir el apetito. Además, se ha observado que el comino favorece la salud cardiovascular al ayudar a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos.
En resumen, el comino no solo aporta sabor a los platos, sino que también brinda beneficios sustanciales respaldados por la investigación científica, convirtiéndolo en una elección saludable y deliciosa para mejorar la calidad de vida.



Suplemento apto para reducir el colesterol mientras que protege el sistema cardiovascular y fortalece la densidad ósea.

REDUCE LOS NIVELES DE COLESTEROL
PROTEGE EL SISTEMA CARDIOVASCULAR
DENSIDAD ÓSEA
ALTO EN HIERRO
RICO EN CALCIO

- NO USAR EN MUJERES EN PERIODO DE LACTANCIA, EMBARAZO O EN NIÑOS.
- NO USAR PARA EL DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO, CURA O PREVENCIÓN DE ALGUNA ENFERMEDAD.
- NO SUPLE UNA ALIMENTACIÓN EQUILBRADA
- Es importante que lo mantenga en un lugar fresco, seco y libre de humedad.
- Manténgase fuera del alcance de los niños.
- Cierre bien el envase después de abrirlo.

Uso Tradicional
MODO DE USO
Disuelva 2 cucharadas del producto en un vaso con agua 3 veces al día. Además se puede consumir mezclado con jugo de frutas naturales, yogurt, granola, avena, frutas, cereales, entre otros.
Proteína de soya, carbonato de calcio, harina de arroz, harina de soya, canela (cinnamomun verum) corteza, clavo de olor (syzygium aromaticum) botón floral, romero (rosmarinus officinalis) hojas, comino (cuminum cyminum) semillas.